Sagaløypa - 4 - La tumba del rey en Nordfjord

En este terreno, se encuentra el túmulo de tierra de Rundehogjen de finales del siglo IX. Dentro del impresionante túmulo, se encontraron los restos de un barco vikingo incinerado. El barco funerario del siglo IX es considerado una tumba real. La tumba debe de haber pertenecido al rey Audbjørn, rey de Firdafylket, que luchó contra el rey Harald I de Noruega en Nordmøre. Harald I de Noruega, también conocido como Harald Cabellera Hermosa, fue el primer monarca que unificó toda Noruega bajo un solo reino.

El rey, que tenía unos 30 años de edad, se enterró junto con su ajuar, ofrendas de alto valor y de acuerdo con su estatus real para que estuviera preparado para la otra vida. Asimismo, también había armas, perros y caballos, que se sacrificaron en la pira funeraria.

Sobre las cenizas y el carbón, se levantó un gran túmulo de tierra. Según las dimensiones de la pira funeraria, se calcula que el barco debe de haber sido de unos 30 metros de longitud. Es el barco vikingo de mayor dimensión que se ha encontrado hasta la fecha. El memorial funerario se excavó en 1874 y se restauró más adelante.

Entre las singulares ofrendas que el rey se llevó consigo a la otra vida, se encuentra una vasija de bronce esmaltada. La vasija se colocó en la tumba tras la incineración y se fabricó en Irlanda o en un monasterio irlandés en Inglaterra. Este tipo de vasijas son comunes en las tumbas anglosajonas y fue traída tras una expedición vikinga.

Durante la época vikinga, hubo grandes disputas sobre el poder político. Los jefes de Nordfjord rivalizaron sobre el poder y el territorio durante largos periodos de tiempo en la Primera Edad de Hierro. Finalmente, durante la Segunda Edad de Hierro, se estableció un pequeño reino tribal en Eid.

El rey Audbjørn y su familia vivieron en la granja de Myklebust. El túmulo de tierra, llamado Rundehogjen, fue uno de los cincos túmulos levantados alrededor de la granja. Durante la época, los túmulos funerarios eran considerados un símbolo de poder político.

El patio de la granja de Myklebust o el trono del rey se encontraban cerca de los memoriales funerarios.

Tras la época vikinga, la construcción de iglesias se identificó como símbolo poder relacionado con los propietarios de las granjas. Con la llegada de la religión cristiana, se construyó una iglesia en la granja de Myklebust.